En 10 sencillos pasos, vamos a brindarte los conocimientos básicos que necesitas saber sobre tu Sistema de Alimentación Ininterrupida (SAI).
1. Proteger la línea de datos (punto crítico)
Los SAI evitan que tu ordenador se apague, o se estropee por una fuerte subida de tensión, pero no son sólo las subidas te tensión del enchufe a lo que hay que tenerle miedo.
Los cables de telecomunicaciones. Tanto la antena de televisión si la conectas a tu equipo, como el cable que te conecta a Internet, son también peligrosos enemigos, porque basta que caiga un rayo en la antena de televisión, o le llegue al módem-router de Internet una fuerte subida, para que por el cable que se conecte a tu PC, la comparta, destrozándote el equipo.
Ésta parte es más difícil, pero también es probable. Por ello venden algunos SAIs y también regletas con entradas RJ11 (clavija de teléfono) y RJ45 (cable de Internet), para conectar los cables e impedir el desastre que provocaría una subida.
Recordar que estos equipos evitarán el mal mayor que es la destrucción de vuestro equipo, pero este tipo de problemas acortarán la vida de vuestro SAI o incluso la extinguirán por completo (pero es más caro un equipo nuevo).
2. Instalar y configurar el software del SAI
Prácticamente en la actualidad todos los SAI vienen con un cable (USB o puerto serie) para conectarlo al equipo y un CD con el software para hacer la comunicación SAI-PC.
Es importante instalarlo porque cuando se va la luz si no hay nadie en casa (o no te has dado cuenta) el programa del SAI dará un aviso al usuario, además de poder mandar a apagar el equipo si la luz no vuelve antes de que se le agote la batería. Imaginad que el equipo estaba haciendo alguna tarea importante, que estáis trabajando con documentos que aún no habéis guardado, podrías desde perder el trabajo realizado, que se corrompieran archivos importantes, hasta estropear el equipo si éste estaba haciendo unas duras tareas en el disco duro o actualizando la BIOS.
¿De qué te sirve instalar el software si luego no le dices lo que tiene que hacer? por ello una vez instalado mira su configuración, asegúrate que el programa cerrará las aplicaciones y apagará el equipo con tiempo suficiente antes de que se le agote la batería.
3. Fallo de las baterías
Nada es 100% seguro en esta vida, y no lo iban a ser las baterías. Éstas pueden venir dañadas de fábrica o fallar con el tiempo, por ello se recomienda una comprobación rutinaria.
Para facilitar las cosas los SAIs suelen venir con un software que avisará de problemas, anomalías de carga, voltaje, temperatura, etc.
Si es posible, cambie siempre que pueda las baterías que fallen antes de que den problemas.
4. Las exigencias de carga/potencia cambian con el tiempo
Ten en cuenta que el tiempo pasa, los equipos se cambian por otros más nuevos, se adquieren otros más (escáneres, lectores...), sobre todo en las empresas. Por ello hay que tener muy en cuenta esto, y actualizar el cálculo hecho previamente en la adquisición del SAI, porque puede que necesites cambiarlo por uno más potente o incluso añadir alguno más al estudio/oficina.
5. No conectar las impresoras láser a un SAI y otros equipos de gran potencia
El SAI puede tener dos secciones, una que funciona como simple regleta protectora de subidas de tensión, y otra que además de eso hace la función de batería cuando se va la luz, pues bien, a ésta última jamás enchufes una impresora láser, copiadora, aire acondicionado, o equipo de gran consumo porque el SAI se estropearía o no funcionaría al dañarse sus circuitos.
Un SAI no está preparado para suministrar la gran cantidad de energía que requieren estos equipos, ni los cambios bruscos de necesidad energética que piden las impresoras láser, pues en un momento para derretir el tóner pueden solicitar una ráfaga de energía que además de superar los niveles permitidos por el SAI, éste no tiene la velocidad suficiente para suministrarle en el momento en que se lo pide.
Para este tipo de equipos venden SAIs específicos y muy caros.
6. La conectividad de red es clave para planear requisitos apagados de emergencia
En bancos o empresas donde la información es importante, y un apagón puede ocasionar importantes pérdidas, es primordial no sólo conectar SAIs a los servidores y equipos de datos, sino también a los equipos de telecomunicaciones (conmutadores de red, routers, firewalls...) para asegurar una coordinación y salvaguarda de toda la información, y evitar la pérdida de datos importantes que se daría ante copias de seguridad o traspasos de información que se hacen por la red de la empresa de equipo a equipo gracias a estos aparatos.
7. Detener las copias de seguridad
No hay que olvidar configurar los equipos para que estos detengan cualquier copia de seguridad que se esté haciendo o vaya a hacerse cuando se va la luz y por tanto el SAI entre en el modo de batería.
Con esto se evitará que las copias de seguridad incompletas reemplacen a las antiguas.
Este tipo de configuración no viene de forma predeterminada, por tanto será importante llevarla a cabo en el sistema, así como en los programas de copias de seguridad que se tengan instalados para llevar a cabo la tarea.
8. Su vida útil es corta
Un SAI es un conjunto de baterías que están funcionando sin pausa hasta el último día de su vida, por tanto a medida que pasan lo meses, va mermando la capacidad de almacenamiento eléctrico de éstos. Y su vida útil es de tan solo unos años.
Por tanto a los 2 años de vida, el tiempo que puede aguantar encendido el SAI puede haberse reducido en un 30%, y por ejemplo de aguantar 20 minutos, pasar a 12.
Por tanto habrá que hacer cálculos para sustituir los equipos de acorde a las exigencias que se requieran para su uso.
Existen SAIs profesionales a los cuales se les puede sustituir su batería para hacer frente a este problema. Y algunos incluso en que la sustitución puede ser en caliente (mientras se están usando).
Además que las vivencias del SAI (tormentas, bajadas y subidas de tensión) colaboran a acortar su periodo de vida.
El mejor consejo para alargar su vida útil, es desconectarlo del enchufe y apagarlo cuando no se use, sobre todo cuando hay tormenta.
9. El SAI es un salvavidas no un puente
El objetivo de un SAI es evitar que un PC se apague ante una bajada de tensión de la corriente o un apagón.
El SAI tiene una duración limitada de 10 a 25 minutos, únicamente para evitar el susto mientras alguien va a subir de nuevo los plomos o si la corriente vuelve en un momento.
Por tanto el SAI está pensado para que podamos guardar nuestro trabajo y apagar adecuadamente el ordenador (evitar que se corrompan archivos, que se estropee el sistema operativo, etc.). Es decir, no es un aparato para seguir trabajando con el ordenador, para eso están los generadores.
10. Conectar el SAI a una toma de tierra
Doy por hecho que los ordenadores se conectan en casa a una toma de tierra, por tanto los SAIs igualmente. Evidentemente si en casa vuestro tendido eléctrico es tan antiguo que no las tiene no podéis hacer nada salvo que os gastéis un buen dinero, pero si estamos hablando de una oficina, el responsable debería tener presente que sería una buena inversión cambiar la instalación para disponer de la mayor cantidad de enchufes con toma de tierra posible para todos los equipos de gran consumo.
La toma de tierra es un buen seguro de vida para evitar desastres y ayudar a los SAIs (una toma de tierra podría evitar en algunos casos la muerte de vuestro SAI).
Texto creado gracias al artículo
10 things you should know about deploying a UPS de Erik Eckel Network.